Lo "bueno" de ser chico malo en las películas es que mueres en tu ley siempre. Y también, la mayoría de veces sueles ser el más recordado y hasta le llegas a quitar protagonismo al chico bueno. Creo que para los actores el ser el antagonista es una oportunidad de poder explotar al máximo todo lo que tienes y poder sacar, de donde no creías que tenias, emociones ocultas con que jugar para interpretar muy bien el papel.
14 de agosto de 2015
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